¿Cómo se puede usar ZINGA?

El uso del ZINGA proporciona una protección comparable a la galvanización convencional sin la necesidad de capas de acabado. Aunque ZINGA sólo está disponible en gris (color natural del zinc), la ventaja significativa de esta forma de aplicación es que la capa de ZINGA puede ser recubierta en cualquier momento futuro con un mínimo de preparación sin comprometer la integridad del revestimiento. ZINGA por sí mismo, es utilizada a menudo, porque la estructura ya está instalada en el sitio, o es muy grande para colocarla dentro de un baño de Zinc fundido. Adicionalmente, ZINGA es comúnmente aplicada en estructuras delicadas (portones de hierro forjado, esculturas) o cuando los requerimientos arquitectónicos requieren un estándar mayor para el acabado de la superficie (no necesita perforar para eliminar gases). Para una óptima protección, ZINGA debe ser aplicado en dos capas de 60 o 90 μm cada una.

El color gris no le gusta a todo el mundo, por lo que un recubrimiento compatible puede ser utilizado para darle el acabado deseado a la estructura, otorgándole, además, mayor durabilidad al sistema. ZINGA ni siquiera tiene que empezar a trabajar activamente hasta que el acabado (pintura) se vea comprometido, y sin una corrosión bajo la capa o burbujas de óxido, el acabado tendrá una duración mayor. En un sistema dúplex (Activo + pasivo), ZINGA se debe aplicar en una capa de un grosor mínimo de 60 a 80 μm DFT.

Este es probablemente el más común de los usos de ZINGA pues requiere la preparación de la superficie más simple. El mecanismo de protección de ZINGA es tan similar a la galvanización convencional que trabajan en completa armonía, ya que no son más que diferentes formas de zinc. En lugar de reemplazar activos galvanizados, las estructuras simplemente pueden tener su protección “recargada” aplicando ZINGA sobre la superficie áspera de la antigua galvanización después de una apropiada descontaminación y remoción de las sales.

Zinganizando las barras de refuerzo de acero antes del montaje y su inmersión en hormigón se asegura un amplio incremento de la protección anti corrosión sin reducir la fuerza de tracción de las barras. Pruebas recientes en tres laboratorios independientes, mostraron que el uso del ZINGA tenía al menos el doble de protección anti corrosión que las barras galvanizadas o cubiertas con epoxy.